domingo, 11 de octubre de 1587
Carta Iluminada de ejecutoria.
ILLUMINATED CARTA EXECUTORIA.PHILIP II, KING OF SPAIN. 1527-1598.
Illuminated manuscript on vellum, in Spanish, Carta executoria of King Phillip II of Spain, 81 leaves, folio (333 x 240 mm), 85 leaves (4 blank), 36 lines, borders ruled in red and gold, initials and headings in red, blue and gold, 2 full-page and one quarter page illumination, Valladolid, October 11, 1587, embroidered red velvet, armorial crest to upper cover.
Nota
"La aparición de la imprenta en la segunda mitad del S. XV no trajo como consecuencia la desaparición de los manuscritos como producto librario. Durante al menos siglo y medio con posterioridad a la invención de Gutenberg los manuscritos iluminados continuaron produciéndose, especialmente aquellos que no precisaban de ser reproducidos en múltiples ejemplares como las ejecutorias de hidalguía." (BNE)
Las reales cartas ejecutorias son los documentos que ponen fin al trámite judicial en los tribunales de justicia del Antiguo Régimen. Su finalidad es que se ejecute la sentencia que ha resuelto el litigio –de ahí su nombre de carta ejecutoria-.
Se expiden siempre a petición de parte: una vez que el pleito ha llegado a término y se han dictado las sentencias de vista y de revista, el o los litigantes pueden pedir que se expida la carta ejecutoria correspondiente, para hacer cumplir el derecho que les reconoce la sentencia en su lugar de origen.
En cuanto a su contenido, las reales cartas ejecutorias hacen un resumen más o menos extenso del pleito, y copian de manera íntegra las sentencias dictadas en el mismo.
Por su parte, la sobrecarta tiene por fin renovar la vigencia de una disposición anterior olvidada o simplemente incumplida, y se caracteriza por hacer la inserción del documento cuya validez se pretende renovar.
Además, cuando se trata de pleitos de hidalguía es habitual que el beneficiario de la real carta ejecutoria –o de su sobrecarta, solicite que esta se expida en pergamino, e incluso que se ilumine con miniaturas o estampas.
Validadas con el sello real de plomo, este suele quedar sujeto al documento con hilos de seda de colores. Estas características externas están presentes en la sobrecarta de real carta ejecutoria de hidalguía librada a Alonso de Riero en el año 1615, si bien el sello de plomo ya no se presenta pendiente del documento sino exento.
Una vez expedidas por el tribunal, las cartas ejecutorias quedan en posesión de sus beneficiarios, quienes las custodian celosamente en los archivos familiares como garantía del reconocimiento oficial de pertenencia de la familia al estamento nobiliario.
Fuentes
Bonhams, New York.
junio, 2024.