lunes, 12 de septiembre de 1580

Edad:
53 años

De cómo juró Lisboa a su Magestad, y levantó pendones.

 A los doze de setiembre vinieron al Duque todo el Ayuntamiento de Lisboa, y con ellos los cavalleros hijosdalgo de la ciudad con trompetas y atabales, y subieron a la sala del Duque, el qual como lo entendió salió luego, y cada uno d’ellos por la orden que le tocava llegaron a besarle las manos, y recibiolos con alegre rostro, haziéndoles mucha cortesía. Y el más preeminente d’ellos tomó la mano en hablar, proponiendo cómo la ocasión de su venida era que Lisboa, en nombre de todo aquel reyno como cabeça d’él, querían jurar por Rey a su Magestad por razón de que le pertenecía de justicia el reyno por muerte del Rey don Henrique, su tío, último posseedor, y aora Lisboa por estar certificada en esta successión tenía por bien de hazer aquel juramento, y el Duque respondió que le plazía de le recebir en nombre de su Magestad. Y luego, el secretario de la Cámara de Lisboa puso en un bufete, que delante del Duque estava, un libro con los Evangelios, y teniéndole abierto llegaron los de la Cámara,que es el Ayuntamiento de Lisboa, por su antigüedad, y poniendo la mano derecha en ellos dixeron al secretario que hiziesse su officio, el qual començó a dezir en altas bozes que juravan a Dios NuestroSeñor y a las palabras de los Evangelios que tendrían y recebían desde aquel día en adelante para siempre jamás, y los que d’ellos viniessen por señor y Rey natural a la Magestad del Rey don Phelipe y a sus successores, obedeciendo siempre sus mandamientos como lo deven hazer los leales vassallos con su Rey, y ahora en nombre de su Magestad, por estar ausente de allí su real persona, obedecerían en su lugar hasta que otra cosa les fuesse mandado al Excellentissimo señor don Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alva, que presente estava.

A lo qual todos respondieron: «Sí juro», y el Duque dixo que acceptava su juramento, y les dio departe de su Magestad muchas gracias por ello. Y haviéndose todos despedido del Duque se bolvieron por la orden que havían venido. Y luego, el día siguiente la Cámara de Lisboa salió de su ayuntamiento después de mediodía acompañada de todos los nobles de la ciudad, con mucha música de menestriles,trompetas y atabales, y fueron por las calles, las quales estavan muy entoldadas, y llevaron tendidos delante de sí dos pendones: el uno de damasco carmesí guarnecido de oro, por el un lado las armas deCastilla y del otro las quinas de Portugal; éste yva más preminente. Y delante d’él yva el de la cámara de Lisboa, el qual era de damasco blanco guarnecido de oro y del un lado tenía las quinas y del otro una nao, y encima del pendón, fixado en el asta, un cuervo de bulto, el qual trae Lisboa en su escudo de armas.

Y un cavallero portugués llamado Antonio de Silva que le traýa, al tiempo que salieron del Ayuntamiento después de haver sonado la música, levantó la boz y, estando todos quitadas las gorras, dixo estas palabras: «Real, Real, Real, muy poderoso Rey don Phelipe, Rey de Portugal» y luego sonava la música con la qual anduvieron acompañando los pendones por muchas calles las más principales de Lisboa, y en llegando a parte donde huviesse plaça o encrucijada se paravan y allí sehazía la solemnidad de palabras que havemos contado, y ansí llegaron al Castillo de la ciudad, donde en lo más alto que en él havía pusieron el pendón colorado con las armas de Castilla y Portugal, y allí hizieron la misma solemnidad.

Y en este punto nuestra armada, que desde allí se parecía, le hizo salva disparando con todas sus pieças y sonando sus menestriles. Y dexándole fixo y tendido, se bolvieron con el pendón blanco de la ciudad al Ayuntamiento donde la havían sacado, y le dexaron allí en una ventana a la parte de afuera. Y el día siguiente, por orden del Duque, toda nuestra infantería que estavaen campaña se alojó en los arravales de Lisboa, repartida por quarteles, en los quales se hazían cuerpos de guardia, y de noche centinelas.

Fuentes

Antonio de Escobar, "Verdadera recopilación de la felicíssima jornada que la Cathólica Magestad del rey don Felippe nuestro señor hizo en la conquista del reyno de Portugal", impresa en Valencia, en casa de la viuda de Pedro de Huete, en 1586.

ed. de Amparo Alpañés

Anexos de la Revista Lemir (2004).

 

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