viernes, 2 de junio de 1581

Edad:
54 años

Entrada de su Majestad en Santerén,Villafranca y Almada.

Haviendo su Magestad acabado las cortes en la villa de Tomar quiso yr a Santerén, que está catorze leguas antes de Lisboa. Tiene cantidad de más de siete mil vezinos, y entró en ella a dos de junio de ochenta y uno, donde le tenían aparejado solemne recebimiento, con invenciones y danças. Y entró por el arraval llevando a su lado al Príncipe Cardenal don Alberto, su sobrino, y ansí llegó hasta la villa,donde a la puerta le recibieron con palio de brocado, debaxo del qual entró por las calles, llevando las varas de los regidores. Y llegando a la plaça se paró a oýr a un sacerdote que llamavan el Prior, el qual de parte de aquella villa le dio la norabuena de su venida, y luego passó adelante atravessando la villa hasta que llegó a palacio.

Y el domingo siguiente salió a missa a una Yglesia que dizen El Milagro, y a la tarde huvo toros y juego de cañas. Y el día siguiente se partió a una casa de plazer, que los reyes de Portugal tienen junto a la villa de Almerín, donde se holgó con la gran recreación que allí havía. Y de aý partió y fue a Villafranca, que está cinco leguas de Lisboa, y allí mandó al Marqués de Santa Cruz que luego fuesse por las galeras de España, que estavan junto a Lisboa, para embarcarse la buelta de Almada a los diez de junio. Y bolvió el Marqués a Villafranca con las galeras y llegó a mediodía haziendo su entrada con música, tendidos los pendones y gallardetes, con gran salva a su Magestad, que lo estava mirando desde las ventanas de palacio. Y hecha esta entrada, salió el Marqués de Santa Cruz a tierra, donde estavan aguardando muchos cavalleros castellanos, y fueron con él adonde estava su Magestad, que consu venida se holgó y le dixo que havía sido muy buena entrada y que el día siguiente quería embarcarsea buena hora, para poder llegar sobre Lisboa a tiempo que pudiesse costear su ribera y desembarcar en Almada antes que anocheciesse. Y el Marqués repondió que por passar los baxos que allí havía con mar llena convenía embarcarse a las diez de la mañana y comer en galera, y su Magestad le mandó que la misma hora de las diez le tuviesse aparejada galera que se quería embarcar y comer en ella.

Y el día siguiente, a los catorze de junio, su Magestad se levantó de mañana y fue a oýr missa a un Monesterio de descalços, y desde allí a embarcarse donde estava aguardando el Marquésde Santa Cruz con las galeras. Y en llegando su Magestad entró en un rico vergantín, que la ciudad de Lisboa le havía embiado, y fue en él hasta entrar en la galera capitana, y en estando en ella fue saludado trez vezes con trompetas, y luego sonaron los menestriles y se hizo una gran salva con toda el artillería,y su Magestad, dando a entender que aquellas cosas le davan gusto, mandó tocar a leva. Y començandoa navegar la Capitana con mucha música y gran regozijo, la siguieron las demás. Y como huviessen passado con mar llena todos los baxos en la parte por donde el Marqués havía dicho que surgiría,preguntó a su Magestad si quería que diessen allí fondo para comer, y respondió que más quería comer navegando. Y luego el Marqués y los de la cámara llevaron la comida. Y como llegasse su Magestada vista de más de duzientas naves que estavan en la canal de Lisboa, dio orden el Marqués que se les hiciesse cierta seña, que antes les tenía dada, para que en viéndola hiziessen salva a su Magestad, y luego fue hecha con todas pieças, y al mismo tiempo hizo también su salva don Francés de Álaba con el artillería que tenía por tierra en la ribera de Lisboa, de la otra parte de la canal.

Y su Magestad yva costeando por la ribera mirando a Lisboa, y el Marqués y don Antonio deCastro, señor de Cascaes, le yvan diziendo las particularidades que desde allí se devisavan en la ciudad,hasta que llegó a la boca del río Alcántara donde le mostraron el sitio en que se dio la batalla a don Antonio, y particularmente dónde tuvo sus esquadrónes, artillería y armada, y también el sitio en queestuvo el Duque de Alva dándole la batalla, y la parte por donde fue rota y de donde havía envestido el Marqués de Santa Cruz aquel día contra el armada de don Antonio, y otras muchas particularidade scon que su Magestad recibió gran gusto. Y haviéndolo visto le dixo el Marqués que ya era hora detornar la buelta de Almada, y su Magestad le mandó que lo hiziesse, y allegó a dar fondo a puesta desol, donde su Magestad desembarcó y tomó cavallo hasta que entr ó en el Castillo de Almada, que estád’esta parte en la ribera de la canal de Lisboa, dos millas en medio de travesía. Y el Marqués se bolvió engalera, retirándose para hazer luminarias y disparar el artillería.

Y luego que anocheció levantó Lisboa grandes fuegos y luminarias, que parecía desde el Castillo de Almada quemarse la ciudad, de que su Magestad que lo estava mirando tuvo gran regozijo, y el Marqués bolvió con las galeras delante de palacio a tiempo que su Magestad havía acabado de cenar, y como era de noche parecían muy bien con la gran claridad que traýan de luminarias, ansí en popa como en proa, bandas y entenas, y los forçados con hachas encendidas y gran ruydo, ansí de menestriles como de la gente de galera, que parecían gallardamente, y como huviessen llegado debaxo de la ventana en que su Magestad estava, hizieron gran salva con todas pieças.

Y estuvo en aquel castillo su Magestad catorze días despachando negocios con la gente portuguesa, que desde Lisboa passava estrecho de la canal, entretanto que Lisboa acabasse de aparejar algunas cosas que faltavan para la solemnidad y entrada que su Magestad havía de hazer en ella.

Fuentes

Antonio de Escobar, "Verdadera recopilación de la felicíssima jornada que la Cathólica Magestad del rey don Felippe nuestro señor hizo en la conquista del reyno de Portugal", impresa en Valencia, en casa de la viuda de Pedro de Huete, en 1586.

ed. de Amparo Alpañés

Anexos de la Revista Lemir (2004).

 

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