miércoles, 2 de julio de 1580

Edad:
53 años

Cómo se dexó de dar batería al castillo de Palmeda por darla al de Otán.

No se dio la batería al castillo de Palmeda el día siguiente porque le pareció al Duque ser cosa más conveniente darla al castillo de Otán, donde estava por alcayde un portugués, que se llamava Bendamota. Y aquel día imbió el Duque a ponerle cerco, para lo qual salieron del real el tercio de Nápoles, Lombardía e Italia, y dos mangas de bisoños. Y como uviessen llegado por tierra a subir a lo más alto de la montaña, en un lado de la qual por la parte de la mar estava el castillo adonde hizieron alto hasta que se les diesse orden de pelear, luego los Ingenieros ordenaron se subiesse aquella noche el artillería a lo alto, de donde se havía de dar la batería, y la assestaron al castillo, cerca del qual estava don Pedro de Médicis con su tercio de italianos, los quales le començaron a dar ruciadas y mataron alguna gente del castillo, aunque poca, y echaron  a fondo una barca con la gente que traýa; y los del castillo mataron treynta italianos, y los demás de nuestros soldados que havían subido a la montaña con los italianos estavan puestos en cerco al castillo para pelear de refresco quando más conviniesse.

Y a este tiempo los del castillo de Palmeda por la parte de tierra disparavan y matavan algunos soldados nuestros, que andavan sin orden, fuera de la guardia y centinelas, las quales también se hazían de día como de noche. Y como algunos de nuestro soldados se demandavan y salían del real para saquear las fincas y cortijos, y lo entendió el Duque, recibió en ello gran pesadumbre, y mandó a los que hazían la guardia que a todos los soldados que bolviessen de fuera al real les quitassen toda la ropa que traýan saqueada y la quemassen, a causa de que en las caserías y cortijos se havía recogido gente  portuguesa con heridas de peste, aunque ya en los pueblos por do el real passava no la havía, y ansí se hizo.

Estava el exército alojado en las viñas, huertas y olivares de Setúbar y Palmeda, las quales eran muchas y buenas, con mucho fruto, y dexáronlo todo tan maltratado, quando el real se levantó para marchar, que no solamente gastaron el fruto, mas havían cortado gran cantidad de los árboles para hazer enrramadas, donde pudiessen ampararse del sol y también para guisar de comer.

Hay en Palmeda un convento de frayles de la orden de Santiago, donde van a hazer professión los cavalleros de la orden. Y a los veynte de julio amanecieron en lo alto de la montaña cerca del castillo de Otán hechas trincheras, ansí para los tercios como para el artillería, la qual se plantó en ellas aquella noche. Y como Bendamota, alcayde del castillo, lo vio, y que nuestros tercios le tenían puesto cerco, luego començó a disparar gruessas pieças, y los nuestros también a batir el castillo, ansí el artillería como los tercios, los quales se havían puesto bien cerca de un costado para darle por allí el assalto, en estando aportillado algún lienço. Y los galeones que tenía el castillo cabe sí peleavan con mucho ánimo, disparando con todas sus pieças bien apriessa, y los del castillo no se descuydavan, ni tampoco cessava la batería de los nuestros, y el galeón más gruesso de los tres, que llamavan Sant Mattheo, era el que hazía mayor resistencia y daño. Esta batería jamás cessava de todas partes, y quando fueron las cinco de la tarde començó a descubrirse nuestra armada, en que venía el Marqués de Santa Cruz de ganar el Algarbe, y por tenerla a punto para quando fuesse necessario embarcar en ella nuestro exército para seguir la vía de la parte que más conviniesse.

Y como los enemigos la reconocieron, en ese punto el galeón que llamavan Sant Matheo abatió sus banderas de guerra y levantó una de paz, y volviendo la proa començó a navegar desamparando su castillo, y passose a Setúbar, donde estava nuestro exército. Y quando vieron los del castillo que el galeón se les yva, le dispararon al passar con ánimo de echalle al fondo, y acertáronle un gran balazo que le abrió un boquerón y otro que le rompió el mástil. Y como llegó a la marina de Setúbar, mandó el Duque al Coronel de gastadores de Italia entráse en el galeón con quarenta soldados italianos y prendiesse los que en él venían, quedándose por entonces allí de guarnición.

Este día degollaron por mandado del Duque en el arraval de Setúbar un cavallero italiano que se llamava Mucio, capitán de infantería italiana, porque salió del real con algún número de soldados a saquear las caserías de la tierra, estando echado bando que pena de la vida nadie flaqueasse. Hizo mucha lástima esta justicia por ser un cavallero moço, gentil hombre y estrangero, cuya cabeça pusieron en lo alto de una pica con un letrero que dezía la causa de aquella justicia.

Fuentes

Antonio de Escobar, "Verdadera recopilación de la felicíssima jornada que la Cathólica Magestad del rey don Felippe nuestro señor hizo en la conquista del reyno de Portugal", impresa en Valencia, en casa de la viuda de Pedro de Huete, en 1586.

ed. de Amparo Alpañés

Anexos de la Revista Lemir (2004)

 

 

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