miércoles, 23 de septiembre de 1579

Edad:
52 años

Carta al Duque de Medina Sidonia desde San Lorenzo el Real.

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Duque primo: Por vuestra carta del 20 del pasado había entendido los oficios que (en conformidad de la que yo os escribí) pensábades haber con los de Serpa, Mora, Beja y del Algarbe, para les dar a entender mi derecho, y cuán justamente me pertenece la sucesión de los Reinos de la Corona de Portugal; y, por la que me escribistes, a 18 del presente, he visto de la manera que lo habíades ordenado y la instrucción que dístes a las personas que enviástes a ello, que todo fué tan acertado como la va mostrando el efecto; pues (siendo Serpa de tantos vecinos, y estando todos de tan buen ánimo y tan bien inclinados como escribís), se debe esperar que lo llevarán adelante, y que otros harán lo mismo, por la fuerza que de suyo tiene la razón y la justicia; y vos procedéis en el negocio con tanto cuidado, amor y diligencia, que se conoce bien el celo que tenéis a las cosas de mi servicio, de que os doy muchas gracias, con certificaros que lo debéis a la estima en que yo tengo vuestra persona, con particular voluntad, para todo lo que os tocare. Y, pues, de la vuestra, veo los efectos tan conformes a mi intención, no quiero encargaros de nuevo la continuación de lo comenzado, porque tengo por sin duda que lo haréis mucho más cumplidamente de lo que yo os lo podría pedir.

            El escribir vos a Don Antonio, mi primo, y al Duque de Braganza, me parece que se podrá suspender por agora, porque (como habréis sabido) Don Antonio ha sido declarado por no legítimo; y, así cesa enteramente su pretensión; y en lo del Duque, ocurren consideraciones en que hay que mirar. Si lo hubiéredes de hacer, yo os lo mandaré avisar, y de las particularidades que habrá de contener vuestra carta.

            Por una de Pero Venegas de Córdoba, escrita en Marruecos a Rui de Agosta, he entendido cómo el Jerifa (a mi contemplación) había concedido graciosa libertad al Duque de Barcelos, y holgado de ello cuanto podéis considerar, y, porque yo envío a mandar a Pero Venegas (que lo ha de traer consigo) que, sin detenerse en Gibraltar, pase con él a Sanlúcar, ruégoos mucho le hospedéis, acariciéis y regaléis como a sobrino mío, a quien tengo el amor que pide la sangre, que, por este respecto, y por lo que holgaré de verle, envío asimismo a mandar a Pero Venegas que (habiéndose detenido en vuestra Casa los días que para descansar y alegrarse fueren menester) se venga con él a esta mi Corte.

            Y, porque podría ser que algunos portugueses le hubiesen puesto en la cabeza sombras de que aquí podría ser detenido, y, a la causa, le aconsejasen que procurase esconderse o huirse, de que a mí me desplacería mucho, será bien que (como de vuestro) ordenéis que, disimuladamente, se tenga mucha cuenta y recato con la guarda de su persona, sin que él, ni los suyos, lo echen de ver, teniendo sobre ello con Pero Venegas buena inteligencia, y asistiéndole de manera, que le traiga con la comodidad que se requiere; que, en lo uno y en lo otro, me haréis mucho placer.

            Aunque yo creo que el Jerife habrá cumplido sus promesas, todavía, porque no hubo en esto otra prenda que la palabra de un moro, a que podría haber faltado, será bien que no digáis ni escribáis a nadie la venida del dicho Duque, hasta que tengáis nueva cierta de ser desembarcado, que Pero Venegas os la dará; y avisaréisme de lo que de todo se hiciere, porque holgaré de entenderlo en particular.

De San Lorenzo, a 23 de septiembre de 1579

Yo el Rey

Por mandato de S.M., Gabriel de Zayas

 

Fuentes

El Duque de Maura, El Designio de Felipe II, p.46, Madrid, 1957.

 

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