sábado, 28 de marzo de 1562

Edad:
34 años

Felipe II llega al Escorial para iniciar las obras del Monasterio.

Pues habiendo estado S. M. en Guisando y tenido allí la semana santa, como lo había hecho dos años antes, se vino para el lugar del Escurial en 28 de marzo del dicho de 1562 á empezar á edificar el monesterio de Sant Lorencio el Real junto á la dehesa de la Herrería de Fuente Lámparas, y mandó que viniese consigo el muy reverendo padre fray Juan del Colmenar, de quien arriba hicimos mención , el cual había sido prior once años en Sant Hierónimo de Guisando, que por ser persona tal en religión y santidad y entender bien el arte del edificar, S. M. fué servido de servirse dél en este particular; y vino por vicario y antes que el prior, porque diese principio á esta obra tan señalada y aderezase las cosas que era menester para cuando viniese el dicho prior con la gente que había de traer.

Y el dicho padre fray Juan del Colmenar trujo también consigo dos padres, el uno para que ejercitase el oficio de procurador, que fué á fray Miguel de la Cruz que en el ministerio temporal era muy singular; el otro fué fray Juan de Sant Hierónimo (1) para que le tuviese compañía al dicho padre vicario, el cual vino para este efecto en postrero de abril del dicho año de 1562, á quien por parle de S. M. se le encomendó que tuviese el libro de la razón de lo que se hubiese de gastar en la fábrica del dicho monesterio, ni mas ni menos de como la tenia el contador Andrés de Almaguer por S. M. Y los dichos padres eran profesos del dicho monesterio de Guisando y sacerdotes.

Y en este mes de abril y mayo de 62 se hicieron los hornos de la cal y las bascas para echar la misma cal, las cuales bascas son unas albercas ó receptáculos donde se mata con agua la dicha cal y se pone de tal disposición que se puede bien gastar. También se quitó la jara que estaba en el mismo sitio, la cual estaba tan grande y tan viciosa que los vecinos del Escurial amparaban allí sus ganados y los socorrían y abrigaban en tiempo de tempestad, de aires y nieves y otros infortunios, lo cual en otra parte no se podia hallar; y finalmente era refugio de todos los animales en el invierno y en el verano por estar junto á la frescura de la fuente de Blasco Sancho, que nunca se ha agotado ni secado en verano, aunque por otras partes los rios, arroyos y fuentes se hayan secado.

Era tan útil y tan provechosa esta fuente de Blasco Sancho, no solo á los del Escurial, pero á toda la tierra por causa de las comodidades comarcanas para socorro de sus ganados, que puesto un pastor en el cerrillo que está allá junto, considerando lo mucho que la visitaban, y lo que della se aprovechaban, y la falta que les había de hacer, y verla en poder de gente estraña, comenzó con gran sospiro á decir:¡O Blasco Sancho! ¡Blasco Sancho! quien te vió y quien te ve, que solias ser asestadero de puercos, y agora no sé lo que ha de ser de tí.¡Ay que te veo de manera que no te gozaremos mas!

Está junto á esta otra fuente que se decía Matalasfuenles, hacia el poniente, camino de Robledo y de las Navas, que está apartada de la de Blasco Sancho un tiro de ballesta, que los naturales de la tierra la tienen por mas principal y la estiman en mucho mas que la de Blasco Sancho por tener el agua mas delgada y mas sana, de quien los pastores que trayendo el ganado por estas partes, aunque llegaban por la de Blasco Sancho no querían beber en ella sino en la de Matalasfuentes, que agora la llaman la fuente de la Reina;  y lo mismo hacían cuando los traían de la otra parle, que aunque pasaban por arroyos y fuentes de buen agua en ninguno dellos bebían hasta llegar á la ya dicha.

En este tiempo Juan Baptista de Toledo maestro mayor, y Gregorio de Robles aparejador de albañilería cordelaron y estacaron el dicho sitio del monesterio en presencia del Rey Don Filippe nuestro Señor, fundador del dicho monesterio de Sant Lorencio,  y del prior D. Antonio de Toledo caballerizo de S. M., y del Conde de Feria primer Duque , y de Mosiur de Laxao , y el Marqués de las Navas y el Conde de Chinchón D. Pedro de Bobadilla, mayordomos de S. M., y del secretario Pedro de Hoyo, el cual ponía gran cuidado y diligencia en que esto se efectuase, y para ello favorescia lo que era de su parte, tambien se halló en esto el muy reverendo padre fray Bernardo de Frexneda confesor de S. M., el cual era fraile de la órden de Sant Francisco, y le vino la cédula de obispo de Cuenca en el lugar del Escurial.

El dicho Juan Baptisla de Toledo vino por maestro mayor, el cual hizo y ordenó la traza de todo el monesterio, donde mostró bien su habilidad, en el cual concurrían las partes y calidades que para el dicho oficio son menester, porque fue primero esculptor y muy buen debujador , matemático y arquitecto singular, y finalmente en arquitectura sobrepujaba á todos los oficiales de España.

Vino por contador y veedor y juez de la dicha fábrica Andrés de Almaguer, natural de la villa de Almorox, el cual tenia muy buen entendimiento y habilidad , con lo cual ejercitaba sus oficios con mucha facilidad, y con esto era hombre de gran cristiandad,  y mas se allegaba á la piedad cuando juzgaba que no al rigor de la justicia. Hízole S. M. muchas mercedes, y entre otras le dió privilegio de hidalgo y que pusiese en sus armas unas parrillas.

Ansimismo vino por pagador de la dicha fábrica Juan de Paz, vecino de la villa de Madrid, y por alguacil Juan de Soto , vecino de Valladolid , y por escribano Pedro Suarez, vecino de Valdemorillo, y por mayoral de los bueyes de S. M. Pedro Ramos, vecino de Alcalá la Real, todos hábiles y honrados para sus oficios.

El padre fray Antonio de Villacastin, profeso de la Sisla de Toledo, vino por obrero mayor de parte de la órden y por mandado de S. M. en principio de jullio del dicho año de 1562, porque en toda la dicha órden no se halló otro mas esperimentado en cosas de edificar que él, y de sus partes y calidades no se hallará otro tal entre seculares y frailes de toda España para este menester.Tiene muy buen entendimiento, aplicado á todas las cosas, con la presteza necesaria para con brevedad despachar los negocios,  y lo que más es ques temido y amado de los oficiales como en otra parte mas en particular se dirá.

Solo esto digo, de lo cual podrán inferir lo demas,que travéndolo fray Juan de Sant Ilierónimo á instalar en el oficio, otro dia luego como vino para que le conosciesen los oficiales y peones, y supiesen que de allí en adelante él los había de gobernar y mandar, y ellos obedecerle, no aguardó el dicho fray Antonio á que el dicho compañero hablase viendo que los oficiales estaban detenidos y que no trabajaban, que la primera salutación fué reñirles muy ásperamente con palabras duras, con las cuales engirió en los corazones y ánimos de los oficiales gran temor, de manera que de allí en adelante le obedescieron y tuvieron por gobernador.

Luego vino fray Marcos de Cardona, profeso de la Murta de Barcelona, para poner jardines en la Frexneda,  y plantar naranjos y otras semillas y hierbas medicinales por mandado de S. M., el cual había servido al Emperador Carlos V en Sant Hierónimo de Yuste en el mismo oficio. Éste fué el primero que plantó el jardin en el huerto de D. Alonso Osorio de Cáceres, cuya era una parte de la Frexneda. Quiso S. M. que luego se comenzasen las granjas y jardines, que donde luego se comenzasen á poner en orden y concierto , y estuviesen criados árboles y frutales para cuando estuviese la casa y monesterio para habitarse y viniesen las frutas á su tiempo, que no faltase nada á los padres.

(1) En el margen se lee: “Este padre fué el compilador de estas Memorias.”

 

 

 

 

Batalla de Trafalgar - Autor: Frederick Merck
Fresco de Lucas Jordán, en el friso de la escalera principal de El Escorial. A la izquierda, Fray Antonio de Villacastin, el que porta las llaves y muestra la traza con Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. En el centro, de negro, el rey Felipe Il. A la derecha Santa Teresa de Jesús y el pintor.
Fuentes

Memorias, Fray Juan de San Gerónimo, 

Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España.

Tomo VII, pag.16-20

Por D. Miguel Salvá y D. Pedro Sainz de Baranda,

Individuos de la Academia de la Historia.

Madrid: 1845

Imprenta de la Viuda de Calero.

 


Día anterior Día siguiente