martes, 28 de mayo de 1560

Edad:
33 años

Contestación de Urdaneta al Rey.

Méjico,

Contestacion de Urdaneta al Rey. (C. i. de N. t. 17. d. n. 7.)


Sacra Católica Real Magestad

En principio de Mayo deste presente año de sesenta recevi el mandato de Vuestra Real Magestad hecho en Valladolid á veinte y quatro de Septiembre del año pasado de cinqüenta y nueve, por el qual es servido mandarme vaya en los Navios que D. Luis de Velasco Visorrey desta Nueva España por mandado de Vuestra Magestad imbia á las Islas del Poniente, al qual mandato luego obedeci, como á mandato de mi Rey y Señor, á quien siempre servi, y beso los Reales pies, y manos de Vuestra Magestad por la merced y favor que es servido hacerme en mandarse servir deste su Capellan y siervo.

La informacion que á Vuestra Real Magestad han hecho de que yo fui en la Jornada que el Comendador Frey Garcia de Loaysa en servicio de Vuestra Magestad hizo para las Islas de Maluco, asi es, que yo fui en ella el año de veinte y cinco, en la qual me ocupé 11 años hasta que di la vuelta á España, donde en Valladolid el año de treinta y seis di á Vuestra Real Persona cuenta y relacion de lo sucedido en aquella Jornada. Los ocho años de los quales estube de asiento en las Islas de Maluco, y su comarca, sirviendo á V. M. asi de soldado, como de capitan, como en cargos de su Real hacienda hasta en tanto que por una Real cedula nos fué mandado dexasemos la tierra libremente á los Capitanes del Serenisimo Rey de Portugal.

Y vuelto de la especeria hasta el año de 52 que Nuestro Señor Dios fué servido llamarme al estado de la Religion en que agora vivo me ocupé en servicio de V. M. y lo más del tiempo en esta Nueva España donde por D. Antonio de Mendoza Visorrey de ella me fueron encomendados cargos de calidad, asi en las cosas de la guerra que se ofrescieron, como en tiempo de paz. Y despues que estoy en la Religion asi mesmo se han ofrescido negocios importantes del servicio de V. M. en que algunas veces su Visorrey D. Luis de Velasco me ha ocupado.

Y agora luego que el mandato de V. M. recivi di noticia dello al Padre Fray Agustin de Coruña Provincial de la orden de nuestro Padre San Agustin en esta Nueva España, y el y toda la orden con gran voluntad y aficion que tienen al servicio de V. M. obedecieron lo á el, y á mi mandado, y me mandó me aparejase á hacer este viaje con otros tres Religiosos.

Y dado caso, que segund mi edad que pasa de 52 años y falta de salud que de presente tengo, y los muchos trabajos que desde mi mocedad he pasado, estaba necesitado de pasar lo poco que me resta de vivir en quietud; pero considerado el gran zelo de V. M. para en todo lo que toca al servicio de nuestro Señor Dios, y augmento de su Santa Fé Catolica, me he dispuesto para los trabajos desta Jornada solamente confiando en el auxilio Divino, mediante el qual en su misericordia espero que su Divina Magestad y Vuestra Real Persona han de ser servidos muy mucho.

El Virrey D. Luis de Velasco me ha comunicado el mandato de Vuestra Real Magestad á cerca de lo que toca á la Navegacion que manda hacer al Poniente; y tratado con el lo que me ha parescido que conviene al servicio de nuestro Señor, e de Vuestra Magestad á cerca deste negocio, á su Señoria le ha parecido que Vuestra Magestad será servido en que se dé cuenta á su Real Persona dello.

E asi juntamente con esta va mi parescer sobre ello para que Vuestra Magestad mandado ver, provea lo que más fuere su servicio. A V. M. Suplico se resciva de mi la voluntad con que sirvo, que es con deseo de acertar en el servicio de nuestro Señor Dios, y de V. M. cuya Real Persona, y muy gran Estado nuestro Señor guarde y conserve con augmento de muy mayores Reynos y Señorios y despues le lleve á la Gloria Celestial para que goce de aquel Reyno de la Eternidad para donde le crió.

De México á 28 de Mayo de 1560.

S. C. R. M. Beso los Reales pies y manos de V. M. vuestro muy humilde capellan y menor siervo

Fray Andres de Urdaneta.

Otra de Urdaneta en ampliacion de la anterior, fecha ibidem.

S. C. R. M.═Porque paresce que podria haber algun inconveniente ó escrupulo en hacer la Navegacion que V. M. manda hacer para lo del Poniente desde esta Nueva España por el modo que es servido de mandar que se haga, mandando que vayan derechos en busca de la Isla Filipina por la misma razon que V. M. expresa en el mandato que embia, que es que no entren en lo de Maluco porque no parezca que se contraviene al asiento que V. M. tiene tomado con el Serenisimo Rey de Portugal; pues es manifiesto, y está claro, que la Isla Filipina no solamente está dentro de los terminos de lo del empeño[53], empero la punta que sale de la dicha Isla á la parte del Levante, está en el meridiano de las Islas del Maluco, y la mayor parte de toda la dicha Isla está más al Poniente del meridiano de Maluco; y el asiento ó concierto de lo capitulado sobre lo del empeño es que desde las Islas de Maluco ácia la parte del Oriente en 17 grados mediendolos por la Equinocial que son 297 leguas y media á respeto de 17 leguas y media cada grado, se eche una linea que vaya de polo á polo; y que al Poniente desta tal linea de aquel semicirculo, ninguna de las Armadas de V. M. ni de sus vasallos puedan entrar, ni poblar, ni contratar, hasta en tanto que se deshaga la venta, ó empeño que esta hecho; é porque como he dicho, la Isla Filipina, no solamente está dentro de lo del empeño, pero aun está la mayor parte della mas al Ocidente del Meridiano de las mismas Islas de Maluco.

Por lo qual paresce que podria haber algun inconveniente en mandar V. M. que los dichos Navios, é gente fuesen á la dicha Isla Filipina sin mostrar alguna causa legitima, ó piadosa para ello: por lo qual paresce que V. M. seria mas servido que mandase que fuesen desta Nueva España dos Galeones, y un Patáx, que será menester para hacer el viaje á descubrir por el Mar del Poniente desta Nueva España, por las partes que á su Visorrey Don Luis de Velasco le pareciere harando la Mar hasta lo que llega á los terminos de lo del empeño que está hecho al Serenisimo Rey de Portugal, que es como está dicho hasta lo que señala é divide la linea que va echada de polo á polo mas al oriente de las Islas de Maluco 297 leguas y media, para que Vuestra Real Magestad tenga noticia de las tierras, é Islas, é gentes que hay en su demarcacion, para que asi descubierto é sabido lo que hay, V. M. provea y mande lo que mas convenga al servicio de nuestro Señor Dios, y al suyo, é al bien de los naturales de las tierras que asi se descubrieren.

Y demas deste mandato paresce que corresponderá bien y será cosa piadosa, que V. M. mande, que por quanto ha seydo informado, que en la Isla Filipina, y en otras Islas comarcanas á ella se perdieron algunos Españoles vasallos de V. M. que fueron á aquellas partes, asi en el Armada de Loaysa, que partió de España el año de 25, como de los Navios que embió el Marques del Valle desde la Nueva España el año de 27 como de los que embió el Visorrey Don Antonio de Mendoza desde la dicha Nueva España el año de 42 demas de otros que se perdieron en un Navio del mismo Marques del Valle que veniendo del Peru para la Nueva España se desderrotó con tiempos contrarios, é se perdió en aquel Arcipiélago.

E porque agora V. M. ha seydo informado que algunos de los dichos Españoles que asi se perdieron en algunos de los dichos Navios están presos y cautivos entre los Infieles de la dicha Isla Filipina, es V. M. servido por servicio de nuestro Señor Dios, y por hacer bien y merced á sus súbditos y vasallos compadesciendose dellos, que los dichos Navios que asi fueren á descubrir, lleguen hasta la dicha Isla Filipina, donde los dichos Españoles están cautivos, y llegados en la dicha Isla, y surtos en ella sepan de los Indios naturales della, que Españoles hay en aquella Isla, y las demas comarcanas á ella, para que sabido los que hay rescaten, y compren á todos ellos, é á sus hijos si tubieren algunos porque no se pierdan sus Animas; é para los comprar asi lleben algunas mercadurias que sean tales que se sepa que mas agrade á los dichos Indios de las dichas Islas.

E asi rescatados los dichos Españoles, é sacados del cautiverio en que están, den la vuelta para la Nueva España quando les paresciere que es tiempo convenible para hacer su Navegacion, sin ir á las Islas de Maluco, ni sin ocuparse en tratos, ni mercadurías, ecepto comprando algunas cosas que sean dignas de ver para muestra, ó los bastimentos, é las demás cosas que tubieren necesidad para su Navegacion.

Y para hacer esta Navegacion sea V. M. servido de mandar que se busquen los mejores Pilotos que se pudieren haber, demas de las personas platicas que irán en la Jornada, para que se trahiga la mas cierta relacion que posible sea, asi de lo que nuevamente descubrieren, como de la longitud, é camino que hay desde la Nueva España, á la dicha Isla Filipina, y á las demas de su comarca, para que se tenga entendido hasta donde llegan los 180 grados de longitud de la demarcacion de V. R. M.

E asi paresce que no solamente que hay justa causa para llegarnos á la Isla Filipina en busca de los dichos sus vasallos, para ponerlos en libertad, sacandolos del cautiverio en que están; pero paresce que hay obligacion para ello, pues se perdieron yendo en servicio de V. R. M. Y demas del servicio que á nuestro Señor Dios se hará, é gran bien é merced á ellos en sacallos del poder de los Infieles, podrán aprovechar mucho con la lengua que sabrán y noticias que ternan, de que V. R. M. será muy servido═Fray Andrés de Urdaneta.

 

Nota

[53] En documentos posteriores consta rectificada esta opinión de Urdaneta.

Fuentes

Colección de Documentos Inéditos relativos al Descubrimiento, Conquista y Organización de las Antiguas Posesiones Españolas  de Ultramar.

Segunda Serie publicada por la Real Academia de la Historia. 

Tomo Num.2 

De las Islas Filipinas (1)

Documento 13

Madrid, 1886

Est. Tipográfico (Sucesores de Rivadeneyra) Impresores de la Real Casa.

Paseo de San Vicente , 20

 

 

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